“La vivienda (…) más que un problema “urbano” en abstracto, se trata, también, de un problema de desarrollo económico (en el buen sentido de la palabra). La vivienda forma parte de un sistema urbano en tanto que parte de un modo de producción. Lo que la vivienda debería resolver es no sólo las necesidades “urbanas” (sociales), sino también las de un distinto proceso económico: nuevas radicaciones de industrias, desarrollo agrario, desarrollo de nuevas regiones, reorganización y descentralización de las ciudades, etcétera.”
Introducción a los números 71/72 de la Revista Summa, dedicados al problema de la vivienda
“Creemos que (…) una lectura de la arquitectura de Buenos Aires tiene alcances cuyo interés puede ser más general. Buenos Aires es uno de los mejores ejemplos de ciudad “de repetición”; una ciudad que contiene “la más sencilla lección de geometría”; una ciudad en forma de damero de las tantas existentes en Latinoamérica como resultado de la conquista española. Pero también es una de las que más ha conservado esta estructura en calidad y extensión y, en consecuencia, un ejemplo de importancia por la posibilidad que presenta de discutir una tradición racionalista en forma real y concreta.”
“Buenos Aires: La arquitectura de la ‘manzana’”.
En “La Escuelita, 5 años de enseñanza alternativa de arquitectura en la Argentina. 1976-1981”
“Siempre me ha interesado ver la arquitectura dentro de un cierto contexto. Me refiero, en este caso, a la producción de un arquitecto y no al contexto físico que acompaña a cualquier edificio. Encuentro dos razones para este gusto: 1) porque me interesan las colecciones de objetos en tanto que sirven para dar a cada elemento una explicación que, aislado, no alcanza a ser tan profunda; de alguna manera, también me interesa proyectar en forma de “colección”; 2) porque me parece que lo más interesante con relación a la arquitectura es descubrir las constantes de ideas y lenguaje que identifican una determinada producción; me parece que es más importante una línea de conducta repetida obsesivamente que algunos aciertos aislados sin consecuencias más allá del gusto del momento.”
Prólogo a la primera edición de “Apuntes de Arquitectura”
“A mí me parece que la Historia es la única base posible para una teoría de la Arquitectura. Pero ¿desde qué punto de vista? Desde el punto de vista de la Arquitectura como parte de una cultura (o de la Cultura), que por supuesto refleja, en los objetos construidos, los dolores, las luchas y las contradicciones que se produjeron dentro de esa misma cultura. Pero que no tiene nada que ver con la teoría mecanicista de que la Arquitectura refleja los valores de una época, ni tampoco con interpretaciones que hacen esta lectura demasiado inmediata y lineal. Los objetos construidos son, históricamente hablando, el arsenal que una cultura tiene y el único sobre el cual es posible basar las nuevas soluciones a desarrollar.”
“Arquitectura, Arquitectura, ¿adónde vamos?”. Publicado en el diario Clarín, Julio de 1982
“La enseñanza de la Arquitectura debe propender a conformar un campo de trabajo cada vez más preciso y cuyos resultados y objetivos sean también claros y transmisibles. La necesidad de una didáctica es, en ese sentido, imprescindible. ¿Qué significa tener una didáctica? Significa controlar un conjunto de ideas y métodos que haga posible un aprendizaje gradual y organizado de la Arquitectura.”
Objetivos de enseñanza. Texto de difusión previo a la apertura del
Taller Tony Díaz, Universidad de Buenos Aires, Facultad de Arquitectura y Urbanismo
“Wladimiro Acosta no fue un arquitecto fácil. Aún hoy, a 20 años de su muerte, hay quienes no le han perdonado su talento, su independencia de criterio y su falta de compromiso con el poder. En este sentido, Acosta no pertenece a la “historia oficial”. Y tal vez allí resida su importancia: él no fue un arquitecto de lo obvio. (…) Por todo esto es que esperamos que esta exposición y este catálogo sirvan para acentuar el interés en aquello que él más hubiera apreciado: el estudio y la lucha por la consistencia entre las ideas y la arquitectura.”
Presentación al Catálogo de la Exposición “Wladimiro Acosta, 1900-1967”,
organizada por la Cátedra Wladimiro Acosta, Universidad de Buenos Aires,
Facultad de Arquitectura y Urbanismo
“A mí me parece que las ciudades no son más o menos bellas por una definición estética en abstracto. Las ciudades, o ciertas partes de las ciudades, son bellas porque son comprensibles. Un cierto tipo de orden las hace comprensibles y, por consiguiente, bellas. Lo que quiere decir mejores lugares para vivir. La idea de orden incluye, por supuesto, la adopción de ciertas proporciones (o desproporciones), de ciertos colores y materiales y, no menos importante, de un cierto tipo de vegetación.”
“Incertidumbres”
“A mí me parece que a los arquitectos no nos debería preocupar el futuro de la arquitectura en abstracto. Me parece más importante, al día de hoy, que nos preocupemos por tratar de formar parte de una profesión razonable (se llame como se llame) relacionada con la construcción tanto de edificios como de ciudades y hasta de paisajes. Una profesión cuya preocupación fuera, en última instancia, el campo de las formas de la construcción. (…) La forma de los edificios, de los lugares, de las ciudades, del paisaje, etcétera, es un problema cultural y, en consecuencia, debe tener un significado.”
“Incertidumbres”
“Hablando de arquitectura, ¿por qué me gusta lo que me gusta?, ¿por qué les gusta a los otros lo que les gusta? Estas son preguntas simples pero de no muy fácil respuesta. Una explicación parcial puede partir de la siguiente hipótesis: aquello que gusta, que da placer porque da seguridad, es algo que en el momento de vivirlo se relaciona, sin darnos cuenta, con cosas del pasado y permite desarrollar ideas para actuar en el presente-futuro. (…) Podemos definir este fenómeno como la resonancia temporal que produce ese edificio, esa calle, esa plaza o un paisaje. Cuando las cosas gustan, es porque se atraviesa felizmente por la experiencia de la resonancia temporal; cuando no gustan, es porque la resonancia no existe o está mal articulada.”
“Notas sobre la resonancia temporal en la arquitectura”.
En “Tiempo y arquitectura”, Buenos Aires, 2009
“Por supuesto que el concepto contemporáneo de “forma” de lo urbano no tiene nada que ver con el de la ciudad tradicional o de aquellos modelos de la historia del urbanismo. La escala y los problemas actuales hacen de la cuestión de la “forma” un problema bien distinto que el suscitado en épocas anteriores. Pero esta es una de las cuestiones que hay que plantearse y resolver y vale tanto a escala del territorio como de lo urbano construido. Si se trata de poner límites a la ocupación del suelo, límites significa “forma”, implica a la política en su sentido más general de soberanía y poder, y de ello hay que preocuparse.”
“La arquitectura después de la Metrópolis”.
PLOT, Vol. 16, Diciembre 2013 – Enero 2014, pp. 180-186